jueves, 14 de mayo de 2015

Biografia de: Fernando Peñalver

Biografia de Fernando Peñalver



Don Fernando Peñalver nació en Píritu, en la provincia de  Barcelona  - Actuales tierras del estado Anzoátegui -, en el año de 1.765. Era hijo de Pedro López de La Fuente Peñalver Ortiz de Francisca Luisa Pellón García. Realizó sus primeros estudios en los conventos franciscanos de Píritu y Barcelona. Durante su juventud se dedicó a la actividad comercial, pero luego se traslada a Valencia, atraído por  su clima y la fertilidad de sus tierras; aquí funda una biblioteca y se distingue por ser un hombre de una gran  rectitud cívica y moral.
Desde el primer grito de Independencia ( 19 de abril de1.810 ) se puso al servicio de la causa patriota por lo que se dirige  a Caracas de donde regresa dos días más tarde para lograr, junto con otros patriotas, que el Ayuntamiento de Valencia reconociese la nueva Junta de Gobierno instaurada en Caracas.
Don Fernando Peñalver ejerció una gran influencia en la sociedad de su época, pues le tocó actuar como consejero y dirigente en la gestación de la Primera República, razón por la cual es encarcelado por órdenes de Monteverde, junto con Miranda, Escalona, Ustáriz y otos patriotas en La Guaira y luego pasados a Puerto Cabello. Al salir de la cárcel trabaja en la estructuración de Segunda República instaurada por Bolívar en 1.813; en la formación de La Gran Colombia, y en los acontecimientos que derivaron en la separación de Venezuela de La Gran Colombia. Su eminente personalidad lo hizo sobresalir sobre los demás hombres de su época, distinguiéndose siempre por la rectitud de su conducta, por el amor a las leyes de la República y por mantener a toda costa la constitucionalidad de Colombia.
Peñalver es la viva representación de la angustiosa trayectoria  del pensamiento político venezolano, en su transición del régimen colonial al republicano. Siempre fue amante de la libertad, y  a la muerte del Libertador exclamó: “¿qué será ahora de la libertad?”. En su manifiesto “A los pueblos de Colombia” se retrata como el más grande de los patriotas cívicos de nuestra América. La  amplitud de su corazón queda reflejada  cuando señala: “Españoles, olvidemos todo lo pasado, somos amigos y somos hermanos”. Fernando Peñalver es sin duda el primero de nuestros civilistas, y el más respetuoso de las libertades ciudadanas.
Entre los cargos que desempeñó destacan: Diputado, por la Provincia de Valencia, al Primer Congreso Venezolano; Presidente del Congreso ( enero de1.812 ). Acompaña al Libertador, en su entrada a Caracas el7 de agosto de1.813, y le asesora en el plan de Restauración de la República. Se desempeño como intendente de la provincia de Angostura ( 15 de febrero de 1.819 ); Consejero de Estado; miembro interino del Consejo de Gobierno. Junto con Vergara se desempeñó como comisionado en Londres y en la Santa Sede, para agenciar el reconocimiento de la  Independencia de la Gran Colombia y solicitar empréstitos para la nueva República. Fue Diputado por Cumaná al Congreso de Cúcuta, del cual fue su presidente. Gobernador de la Provincia de Carabobo, Diputado a la Convención de Ocaña y Senador por la provincia de Carabobo.
Publicó varios artículos en “El Correo del Orinoco”, además de manifiestos, discursos y cartas, donde dejó claramente plasmadas sus ideario político y libertario.
El 7 de mayo de 1.837 es una fecha que no debe borrarse de la conciencia de los venezolanos. Ese día, serenamente y con los pies livianos,  Fernando Peñalver hace su último viaje. En el cielo de los próceres, Bolívar le espera para reanudar, con su “Néstor de Colombia”, el debate de la Libertad  y el Civismo en una asamblea que no tiene fin.


Venezuela ha sido pródiga en hombres que han sacrificado su fortuna, su tranquilidad y bienestar en aras de los grandes propósitos de construir una patria libre y soberana. Una pléyade de pensadores eminentes, próceres civiles y militares que, al rescoldo de sus esfuerzos e ideales han sembrado el nombre de Venezuela en el sitial donde la gloria la ha cubierto con todo su esplendor y grandeza. Pero sucede que mucho de esos conspicuos compatriotas son echados al cesto del olvido; sus nombres y trayectorias no se han dado a conocer debidamente.
Uno de ellos es  don Fernando Peñalver, prócer civil, de gran figuración en la guerra magna. Quienes transitamos por el estudio de la historia  nuestra, por vocación y afición, estamos en el deber de contribuir con nuestro grano de arena a la divulgación de esos valores patrios.
Don Fernando Peñalver nació en Píritu, acogedor pueblo del estado Anzoátegui, en 1765, en día no precisado, hijo del hacendado don Pedro Peñalver y doña Francisca Pellón. Los sucesos de 19 de abril de 1810 lo sorprenden en Valencia. Dos días después de ese gran acontecimiento, don Pedro Peñalver, junto con otras personalidades lograron que el Ayuntamiento reconociera a la Junta Suprema que se había instalado en Caracas.
Fue nombrado representante de Valencia al Congreso Constituyente de 1811, donde se distinguió por su talento, valor y su fervor independentista.
Estampó su firma en el Acta de Independencia que creó la Primera República. Es importante, señalar que don Fernando Peñalver, presidió en su oportunidad el Congreso. Frisaba los 46 años.
Sus servicios, a todas luces importantes, a favor del movimiento liberador, su lealtad y honradez, le valieron en los días aciagos de 1812, la prisión, ordenada por el bárbaro Monteverde, violando la capitulación concertada con Miranda. Enviado a las bóvedas de la prisión de la Guaira, con él corren la misma suerte connotados compatriotas, entre otros Miranda, Escalona, Ustariz. También el sabio José María Vargas, quien prestaba sus servicios médicos en su tierra natal La Guaira.  Los detenidos fueron conducidos a Puerto Cabello y lograron salir en libertad, dada la situación favorable para los republicanos en esos días, como consecuencia de los triunfos de Bolívar y de Piar en el Magdalena y en Maturín, respectivamente.
Peñalver se unió a Bolívar después de la aplastante derrota de los realistas en los Taguanes, y lo acompañó a Caracas. La triste situación que luego se presentó en 1814, lo obligó a emigrar a San Thomas y Trinidad, sin recursos económicos. Golpeado por las vicisitudes del destierro, pero con su espíritu fuerte, indoblegable, para continuar la lucha.
En 1817 es tomada Angostura. Peñalver, presente siempre en los grandes acontecimientos, forma parte del célebre Congreso de Angostura, convocado por el Libertador, que fue inspiración feliz de Peñalver. Asistieron además los más ilustres republicanos.
Así lo reconoció el propio Bolívar en carta al fraterno amigo, fechada el 30 de Mayo de 1823: "yo no lo olvido a usted nunca, porque es el mejor ciudadano y el mejor amigo… usted sabe que usted fue el que me animó a instalar el Congreso de Angostura que me ha dado más reputación que todos mis servicios pasados…, yo sé muy bien que usted contribuyó al entierro de todos mis enemigos que sepulté vivos en el Congreso de Angostura, porque desde ese día se les acabaron el encono y los celos: por cierto que usted me aconsejó tal paso. También me acuerdo que el año de trece, en medio de la gloria de nuestras armas, usted me aconsejó como un Néstor: entonces sólo usted me dijo la verdad pura y limpia".
Amaba al Liberador como a un hijo y veló en todo instante por su gloria. Lo tuteaba, a veces lo contradecía. Sus consejos constituían modelos de circunspección y de cordura. Bolívar los oía y los respetaba. Gil Fortoul apunta: "Entre todos, estadistas, juriconsultos notables, Peñalver ejercía la mayor influencia sobre Bolívar, a quien no sólo tuteaba, sino que solía también contradecirle, imponerle su sensato dictamen".
Peñalver se desempeñó como Intendente, Consejero de Estado, y miembro interino del Consejo de Gobierno, supliendo la ausencia del Jefe Supremo. Fue comisionado para gestionar en Inglaterra, junto con el General Vergara, auxilios para impulsar la guerra. En Londres, su capital, permaneció ocho meses. Relevado por Zea, regresó a Angostura, integrándose a sus labores legislativas.
En 1812 Peñalver asistió al Congreso colombiano, realizado en Cúcuta, por la Provincia de Cumaná, cuna del Gran Mariscal Antonio José de Sucre, y llegó a desempeñar el cargo de tercer Vicepresidente. Siempre manifestándole su confianza el Libertador, lo llamó a Caracas a encargarse de la Dirección de Rentas de Venezuela, cargo que ejerció hasta que lo suprimieron.
En ese año muere su esposa. Le queda su hija, María Francisca, a quien adoró entrañablemente, su consuelo en los días de tristeza y de recuerdos hogareños.
"Bolívar, ante esa desgracia, estando en Barinas, toma la pluma y escribe al noble amigo de siempre una carta, que más que una carta de pésame y cumplido, es un mensaje doloroso, de solidaridad en el drama íntimo, una carta salida de lo más hondo de su corazón. Entre otras cosas le dice: "Figúrese usted lo que yo habré sentido el cúmulo de males que usted ha padecido desde que no nos vemos. La muerte de su querida esposa, la miseria de toda su familia, sus enfermedades y los disgustos de todo género que usted ha sufrido durante tantos años…" (Alarico Gómez, en Fernando Peñalver)..

Fuente:  http://fernandop-academico.blogspot.com/2010/08/biografia-de-fernando-penalver.html

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