jueves, 24 de diciembre de 2015

MUERTE DE SIMÓN BOLÍVAR: EL LIBERTADOR

MUERTE DE SIMÓN BOLÍVAR 


El 17 de diciembre de 1830, falleció el ilustre soldado y pensador de la libertad americana Simón Bolívar Palacios, en la Quinta San Pedro Alejandrino de Santa Marta, en la costa norte de Colombia. Aquí se alojaba desde el 1 de diciembre de 1830, cuando ya sentía los peores estragos de la temible tuberculosis. 


El médico que lo atendía, Próspero Réverend poco pudo hacer para prolongarle la vida. En su diario personal mencionó que el Libertador tenía "el cuerpo muy flaco y extenuado; el semblante dolorido y una inquietud de ánimo constante. La voz ronca, una tos profunda con esputos viciosos y de color verdoso".

Sintiendo próxima la muerte, Simón Bolívar escribió con su propio puño una hermosa carta de despedida para Fanny de Villar´s, prima e inolvidable amante de los años juveniles en París. El 10 de diciembre dictó su testamento y su última proclama al pueblo de Colombia: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilamente al sepulcro".

El viernes 17 de diciembre de 1830, a las 13.03 horas murió el Libertador Simón Bolívar. Tenía 47 años de edad. Su cuerpo recibió cristiana sepultura en la Catedral de Santa Marta, pero en 1842 fue trasladado a Caracas, su ciudad natal, porque así lo pidió en su testamento. En la actualidad su tumba se ubica en la nave central del Panteón Nacional de Venezuela.



16 de diciembre de 1842

Repatriación de los restos mortales de El Libertador, Simón Bolívar.

Fueron traídos a Caracas los restos mortales del Padre de la Patria, Simón Bolívar.  Los despojos mortales del Libertador fueron conducidos desde Santa Marta, habiendo llegado tres días antes, el día 13 de diciembre al puerto de La Guaira. A las seis de la tarde la comitiva hizo un alto en la iglesia de la Santísima Trinidad, el actual Panteón Nacional.
Una impresionante demostración de fervor dieron aquel día los habitantes de Caracas, la mayoría de los cuales había visto por última vez a Bolívar en 1827. Desde el día de su muerte, ocurrida el 17 de diciembre de 1830 en Santa Marta, hubo que esperar doce años, antes que sus restos humanos pudieran volver a la Patria que le vio nacer.

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El Panteón Nacional

El Panteón Nacional
Mediante un decreto promulgado el 27 de marzo de 1874 por el presidente Antonio Guzmán Blanco, la iglesia de la Santísima Trinidad de Caracas fue transformada en Panteón Nacional, con el objeto de conservar los restos de los Próceres de la Independencia y de las personas eminentes. Con relación a la vieja iglesia, la misma había sido construida por Juan Domingo del Sacramento Infante a mediados del siglo XVIII, pero fue destruida casi totalmente por el terremoto de 1812. Por tanto su lenta reconstrucción continuó bajo la dirección de varios ingenieros y al declararla convertida en Panteón Nacional, no estaba terminada aún. Por otra parte, la escogencia de este templo para tan particular destino era motivada por sus antecedentes históricos: a su regreso desde Santa Marta, en 1842, los restos del Libertador Simón Bolívar habían sido depositados temporalmente en esa iglesia. En ella también fueron sepultados, en 1851, los restos del marqués del Toro y más tarde, los de José Gregorio Monagas, Andrés Ibarra y Ezequiel Zamora.
El decreto de Guzmán Blanco fue acompañado por la orden de la terminación de sus fachadas en base al proyecto que para la iglesia había diseñado el ingeniero José Gregorio Solano en los años 1853-1858. Los trabajos fueron conducidos por los ingenieros Julián Churión, Juan Hurtado Manrique, Tomás Soriano y Roberto García, inaugurándose la obra el 28 de octubre de 1875. No obstante, la verdadera consagración del edificio se efectuó el mismo día de San Simón un año más tarde (28.10.1876), cuando se trasladaron desde la catedral los restos del Libertador. Estos fueron colocados en un sarcófago de madera con revestimientos de plata y oro, realizado en estilo neogótico por el artista francés Emile Jacquin. Se trasladó asimismo desde la catedral la estatua del Libertador hecha en 1842 por el escultor italiano Pietro Tenerani. El sarcófago y la estatua fueron ubicados en el espacio que correspondía al presbítero de la iglesia, es decir, en el lugar del altar. En 1910, el gobierno de Juan Vicente Gómez procedió a una reforma general del edificio, según el proyecto del arquitecto Alejandro Chataing, la cual fue terminada en julio de 1911, en ocasión de la celebración del centenario de la Independencia. Otra reforma del Panteón fue ordenada con un decreto del gobierno gomecista en 1929, conforme al proyecto del arquitecto Manuel Mujica Millán. Estos trabajos que corresponden al aspecto actual del edificio, fueron ejecutados durante el año 1930 bajo la dirección de Mujica y de los ingenieros Edgar Pardo Stolk, Hernán Ayala y Guillermo A. Salas.
Internamente, fueron realizadas correcciones en los arcos y las columnas. El antiguo sarcófago de madera que contenía los restos del Libertador fue sustituido por uno de bronce, diseñado por el escultor español Chicaharro Gamo y colocado sobre un basamento de mármol. La parte superior de las naves y los tímpanos de los fueron cubiertos por las pinturas de temas alegóricos e históricos de Tito Salas. En el interior del Panteón, de ambos lados del ambiente principal que contiene el sarcófago y el monumento del Libertador, se encuentran nichos con las estatuas de Francisco de Miranda y Antonio José de Sucre, respectivamente. Entre otros nichos, dispuestos a lo largo de las paredes longitudinales, hay monumentos dedicados a la Primera República, a José Gregorio Monagas, a la Federación, a Andrés Bello, a José Antonio Páez, a la Declaración de la República de Venezuela, a Rafael Urdaneta y a José María Vargas. Bajo el pavimento, en las 2 naves laterales están colocados los restos de los próceres y hombres ilustres de Venezuela, señalados con lápidas. En 1963, el gobierno de Rómulo Betancourt dictó una nueva reglamentación por la que se establecía que el Panteón debía estar abierto al público todos los días del año. Al mismo tiempo, las modalidades de sepultura y los procedimientos administrativos corren ahora a cargo del Ministerio de Relaciones Interiores. En 1980 fueron iniciados los trabajos urbanísticos de remodelación de los entornos del Panteón, conforme al estudio del arquitecto Tomás Sanabria.



    
   
   Diseño, montaje y edición Profesor Ríchard Matos H. Educación Intregral, Caracas, abril de 2015.  Unicamente con fines pedágogicos y divulgativos.





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