Abolición de la Esclavitud en Venezuela
El 24 de marzo de 1854 el Presidente José Gregorio Monagas decretó la definitiva abolición de la esclavitud en Venezuela, a pesar de la pertinaz oposición interpuesta por terratenientes y esclavistas. Desde el inicio de la gesta independentista, en 1810, las mentes más liberales del país empezaron a madurar la idea de prohibir la esclavitud.
Simón Bolívar, a
pesar de ser mantuano y heredero de haciendas y esclavos, obró con el
ejemplo al otorgarle “la libertad absoluta de los esclavos que han
gemido bajo el yugo español en los tres siglos pasados”, según lo
afirmara El Libertador. Lo correspondiente hizo el Generalísimo
Francisco de Miranda cuando llamó a los esclavos a formar filas en el
ejército patriota ofreciéndoles la libertad.
El 3 de marzo de 1854
y posterior a diversas discusiones en el Congreso, basados en un
Proyecto de Ley presentado por 31 diputados, luego de superadas las
objeciones de que la agricultura se quedaría sin mano de obra, fue
aprobado el proyecto que sería sancionado el 23 de marzo de ese mismo
año. Inmediatamente Monagas le colocó el “ejecútese”, otorgándole la
libertad a cerca de cuarenta mil ciudadanos. El artículo más tajante de
esa Ley expresaba: “Queda abolida para siempre la esclavitud en
Venezuela”. Pero no fue sino hasta el 15 de febrero de 1819 cuando Simón
Bolívar, en su Discurso de Angostura, solicitó el fin de la esclavitud y
pudo, definitivamente, ver su cumplido su sueño.
En la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela se refleja perfectamente la
prohibición de la esclavitud, así lo expresa el artículo 54 de la Carta
Magna: “Ninguna persona podrá ser sometida a esclavitud o servidumbre.
La trata de personas y, en particular, la de mujeres, niños, niñas y
adolescentes en todas sus formas, estará sujeta a las penas previstas en
la ley”.
Biografía de José Gregorio Monagas
Nace en Aragua de Barcelona (Edo. Anzoátegui) el 4.5.1795 Muere en Maracaibo (Edo. Zulia) el 15.7.1858
Lorenzo
Fernández de la Hoz (11.4.1813) y Domingo Monteverde (25.5.1813), los
cuales fueron derrotados. El 11 de septiembre de ese mismo año, peleó a
las órdenes de su hermano José Tadeo en el combate de Cachipo (región de
Barcelona),
donde lograron rechazar y hacer retroceder al caudillo realista José
Tomás Boves. Luego de esto, actuó en la campaña del Centro, emprendida
por el general Mariño en auxilio de Simón Bolívar.
José Gregorio se destacó en las batallas de Bocachica
(31.3.1814), El Arao (16.4.1814) y en la primera de Carabobo
(28.5.1814), todas ellas victorias, a las órdenes del general Mariño y
luego a las del Libertador; ya para este tiempo había ascendido a
capitán. En este mismo año participó en la derrota sufrida por las
fuerzas patriotas en La Puerta (15.6.1814) y sin dejar de combatir,
estuvo involucrado en la retirada a oriente donde se halló presente en
las acciones de Aragua de Barcelona (17.8.1814), Los Magüeyez
(9.11.1814) y Urica (5.12.1814) todas ellas desfavorables a los
republicanos en la última de las cuales murió Boves.
Además de luchar
junto a Santiago Mariño, José Gregorio combatió a las órdenes del
general José Félix Ribas,
en el último intento por defender Maturín, pero al resultar derrotados
allí por Francisco Tomás Morales el 11 de diciembre de 1814, pereció
definitivamente la Segunda República. No obstante, al poco tiempo los
hermanos Monagas reanudaron la lucha, combatiendo José Gregorio a las
órdenes de José Tadeo en San Diego de Cabrutica (15.3.1815), en Peñas
Negras (24 de marzo) y en El Palmar (4 de abril), acciones que
resultaron exitosas. Es a partir de este momento, cuando ambos hermanos
comienzan a perfilarse como los caudillos principales de la región
barcelonesa.
Durante 1815 y los primeros meses de 1816, José Tadeo,
ya general y José Gregorio, coronel, luchan uno al lado del otro. Por
este tiempo se unen al ejército que mandan sucesivamente los generales
Gregor MacGregor con el que derrotan al general realista López en el
Alacrán (6.9.1816) y Manuel Piar, a las órdenes de quien vencen al
brigadier Francisco Tomás Morales en El Juncal (27.9.1816). Por su
participación en estas acciones y otras anteriores, el entonces coronel
José Gregorio Monagas se ganó el sobrenombre de "Primera Lanza del
Oriente" que, más adelante, le será confirmado por el propio Libertador.
Durante la campaña libertadora de Guayana iniciada por el general Piar y
concluida por Simón Bolívar en 1817, José Gregorio tuvo un papel
fundamental en la defensa de los actuales estados Anzoátegui y Guárico
contra los ataques de las fuerzas realistas.
En 1820 combatiendo una vez más al lado de su hermano
José Tadeo, tomó parte en los combates victoriosos de Santa Clara
(17.3.1820), Güere (7.6.1820) y Quiamare (2.11.1820), que contribuyeron
decisivamente a la liberación de su provincia natal y luego de la ciudad
de Barcelona.
Terminada la guerra en el oriente con la rendición de Cumaná
en 1821, el general José Tadeo Monagas asumió la Comandancia General de
la provincia de Barcelona y, a fines de 1822, nombró a su hermano el
coronel José Gregorio, comandante militar de la capital de la provincia.
Este nombramiento inmediatamente generó las protestas del general José
Francisco Bermúdez, por denunciarlo como claro ejemplo de nepotismo; no
obstante, el gobierno central, entonces en Bogotá, ratificó el
nombramiento a comienzos de 1823. Por otra parte, por este tiempo el
coronel José Gregorio Monagas contrajo nupcias con Benita Marrero y
fallecida ésta, con su hermana Clara Marrero.
De ambos matrimonios hubo
descendencia: José Gregorio y Julio César, del primero; Carlos, Domingo,
Anacleto, Perfecta, Vestalia, Clara Rosa, Cruz María, Eurípides y
Francisco José, del segundo. En 1824, habiendo solicitado refuerzos el
Libertador desde el Perú, José Gregorio, que era ya general de brigada
graduado, condujo una expedición militar que salió de Venezuela y a
través del istmo de Panamá llegó al Perú. Aunque no tuvo la oportunidad
de participar en la batalla de Ayacucho, estuvo con sus fuerzas, al
mando del general Bartolomé Salom, en el sitio de la plaza fuerte de El
Callao durante todo el año de 1825, hasta que el último jefe español que
mantuvo su bandera en el Perú, el brigadier José Ramón Rodil, se rindió
a comienzos de 1826. De esta manera terminó su carrera militar en la
Guerra de Independencia, lo cual le valió que al regresar a Venezuela el
Libertador lo nombrara general de brigada efectivo en 1827.
Después de los sucesos del 24 de enero de 1848 que
culminan con el asalto al Congreso Nacional por parte de José Tadeo
Monagas y el alzamiento del general Páez; José Gregorio acude en auxilio
de su hermano y, en 1848-1849, como segundo jefe de las Fuerzas Armadas
y comandante en jefe del oriente, combatió con éxito para sostener al
régimen en las campañas del Guárico, Barcelona, Maturín, Cumaná y Margarita.
Restablecida la paz y debido al fortalecimiento de sus propias bases de
poder, fue candidato a la presidencia de la República, compitiendo con
dirigentes liberales como Etanislao Rendón y Antonio Leocadio Guzmán.
Finalmente gracias al apoyo de su hermano, fue elegido presidente,
posesionándose en Caracas el 5 de febrero de 1851. Durante su gobierno
tuvo que enfrentar varias rebeliones militares perpetradas por los
paecistas o conservadores, y se distanció políticamente de su hermano.
La medida más importante llevada a cabo durante su gestión como
presidente de la República, fue la abolición definitiva de la esclavitud
en Venezuela, el 24 de marzo de 1854.
El 10 de abril siguiente, el
Congreso le otorgó el grado de general en jefe. En las elecciones
presidenciales de ese mismo año apoyó la vuelta al poder de su hermano,
quien resultó electo. Tras hacer entrega de la presidencia José Tadeo el
20 de enero de 1855, José Gregorio se retiró a la vida privada en
Barcelona. En 1857, acude una vez más como jefe de las Fuerzas Armadas
en apoyo de su hermano mayor, una vez que Julián Castro se alzó en
contra se su segundo gobierno (1855-1859). Derrocado José Tadeo en marzo
de 1858, José Gregorio Monagas fue arrestado en Barcelona por las
nuevas autoridades y enviado preso al castillo de Puerto Cabello,
de donde se le transfirió al castillo de San Carlos en la barra de
Maracaibo. Allí enfermó, y cuando era conducido a la ciudad de Maracaibo
para ser atendido, falleció. Sus cenizas fueron trasladadas el 13 de
noviembre de 1872 a la iglesia Santísima Trinidad (hoy Panteón
Nacional).
Diseño, montaje y edición Profesor Ríchard Matos H. Educación Integral, Caracas, enero de 2015. Unicamente con fines pedagógicos y divulgativos. Cualquier observación o detalle, puede enviarnos un correo, a: bo.canaima@gmail.com
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